lunes, 14 de septiembre de 2009

In memoriam

Batalla diaria contra el olvido,
me esfuerzo
en recordar cada momento
de la última noche
que he pasado contigo.

La oscuridad nos fue envolviendo,
como una pesada manta de invierno
o una canción de Serrat que me vino a la memoria
mientras la ciudad, ebria,
iba poco a poco esfumándose con la música.

Nos tambaleamos hasta tu cama, negra,

Baja las persianas, que no sepan nuestros cuerpos
que ya se hizo de día.
Acurruquémonos, así, desnudos,
parece que nos hicieron a medida
para encajar el uno junto al otro.
Juguemos al cíclope, juntar los ojos,
Besarnos hasta sentir que perdemos el conocimiento
Rozar cada parte del cuerpo
Abrazar
Y luego,
Vuelta a empezar.

Así lo haré cada noche, te prometí,
como si todas las noches
se fundiesen en una única noche:
aquella noche
que me visita cada día
con nocturnidad y alevosía.

Entre el dolor y el olvido
elegí el dolor.

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