jueves, 8 de enero de 2009


Pequeñas puertas que se abren. Un diminuto rayo de luz escapa por entre los huecos de dos manos empeñadas en encerrar un sol. Seguramente las ilusiones respondan a cualquier sustancia química presente aleatoriamente en nuestro organismo, pero para mí responden más bien a la simple vista de tus ojos. Ella Fitzgerald nos canta un dulce blues con el que poder soñarnos juntos. Con eso bastará esta noche para dormir. Calor para tí también, Negra.